Gas Radón
El Gas Radón
El gas Radón (Rn) es un gas radiactivo procedente de la desintegración del Radio(Ra), que a su vez procede de la desintegración del uranio(U). El Radón constituye la mayor fuente radiactiva natural a la que está expuesta la población.
El Radón es un elemento químico en estado gaseoso que pertenece a la familia de los gases nobles. Es un gas de origen natural que no huele, no tiene color ni sabor, por tanto, no lo detectamos con nuestros sentidos en el día a día.
El Uranio, y por tanto el Radón, se encuentra presente en casi todas las rocas y suelos del planeta. Los materiales que presentan mayor proporción de Uranio son: granitos, pizarras, arcillas, esquistos, rocas basálticas y algunas arenas.

La mayor exposición al Radón se da en nuestras propias viviendas. Proviene principalmente del suelo sobre el que se asienta la vivienda y se introduce en el interior de las viviendas y recintos cerrados por los materiales de construcción (por rendijas, fisuras, huecos, poros, etc.). El Radón se concentra principalmente en las plantas bajas, dado que es 7,54 veces más denso que el aire (a 0ºC y 1 atmósfera).
La vida media del Radón es de 3,82 días, pasados los cuales se desintegra en otros isotopos radiactivos emitiendo partículas radiactivas y dando lugar a otros elementos radiactivos en estado sólido como el polonio y el plomo que pueden adherirse a las partículas de polvo que respiramos.
Efectos en la Salud
Actualmente, el gas Radón es la segunda causa más importante de cáncer de pulmón según la Organización Mundial de la Salud (OMS), después del tabaco. Si se fuma de forma habitual y además se está expuesto a dosis altas de gas Radón, se produce un efecto sinérgico, por lo que se estima que el riesgo de padecer cáncer de pulmón, puede llegar a ser más 25 veces superior.

El Radón es el responsable de más de 2000 muertes cada año por cáncer de pulmón en España según indica la Asociación Española de Oncología Médica, provocando un número mayor de muertes que los accidentes de tráfico.
Pero el Radón, además de estar íntimamente ligado al cáncer de pulmón, en un estudio realizado por el Instituto de Salud Carlos III, también podría estar asociado a un aumento de cáncer de estómago y cerebro en mujeres.
Este gas se considera peligroso incluso en concentraciones bajas como las que podemos tener en las viviendas, según indica la OMS. El riesgo de cáncer de pulmón aumenta en un 16% con cada incremento de 100 Bq/m3 en la concentración media de Radón a largo plazo. La relación dosis-respuesta es lineal, el riesgo de cáncer de pulmón aumenta de manera proporcional al aumento de la exposición al Radón.
El gas Radón es muy soluble en agua, por lo que si una persona bebe agua contaminada por Radón (de pozos, aljibes, etc.), se verá expuesta, dado que, a través de la sangre, el Radón y sus descendientes, podrán llegar a todos los órganos. Otros estudios han demostrado que el gas Radón está asociado a la leucemia, incluida la linfocítica crónica. También, otros estudios realizados en Noruega han mostrado una relación entre la esclerosis múltiple y la exposición al Radón.
Normativa Legal
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niveles de Radón en el aire no superen los 100 Bq/m3 (bequerelios por metro cúbico). En Estados Unidos el límite está establecido en 150 Bq/m3, y la Unión Europea ha fijado un límite de 300 Bq/m3, tal como queda reflejado en la Directiva 2013/59/Euratom del Consejo de 5 de diciembre de 2013.
Actualmente en España tenemos el Código Técnico de la Edificación (CTE), que desde el pasado 27 de diciembre de 2019 (R.D. 732/2019) establece las medidas a adoptar, tanto en obra nueva como para edificios ya existentes, para no superar el nivel de referencia anual de los 300 Bq/m3.

Las medidas aportadas por el CTE para la eliminación del Radón, son de obligado cumplimiento en obra nueva y en reformas de edificios existentes en las que se vea afectado algún elemento constructivo que influya en la concentración de Radón. Todo ello para los municipios ubicados en las zonas 1 y 2 de riesgo de la península, islas Baleares y Canarias.

Para el cumplimiento del CTE, en los edificios situados en la zona 1, se dispondrá obligatoriamente una de las siguientes medidas de protección:
- Barrera de protección situada entre el terreno y los locales habitables del edificio que limite el paso de los gases provenientes de terreno.
- Cámara de aire ventilada situada entre el terreno y los locales habitables del edificio, que elimine por ventilación, la entrada de gas Radón al edificio.
En los edificios situados en la zona 2, se dispondrá una barrera de protección, junto con otro de los sistemas siguientes:
- Cámara de aire ventilada situada entre el terreno y los locales habitables del edificio, que elimine por ventilación, la entrada de gas Radón al edificio.
- Sistema de despresurización del terreno que permita extraer el gas Radón del terreno sobre el que se asienta el edificio y de los terrenos colindantes.
Medición
Es recomendable realizar mediciones de gas Radón en todas las viviendas u oficinas en planta baja que se encuentren en los municipios de las zonas 1 y 2, pues existe riesgo de superarse el umbral de 100Bq/m3 marcado por la OMS.
La medición de gas Radón, hasta ahora, ha podido hacerse mediante monitores de indicación directa, que miden en continuo y con medidas de corta duración en condiciones desfavorables, normalmente unas 24 horas sin ventilación alguna de la estancia a medir.
Esta medición no aporta unos resultados demasiado precisos, pues es necesario una medición continua durante varios días (al menos 7dias) para tener una medición más fiable en la estancia que se está estudiando.

Se debe tener en cuenta que la concentración de Radón en interiores fluctúa a lo largo del día en función de muchos parámetros (temperatura, humedad, presión atmosférica, tendencia barométrica, corrientes de aire, ventilación o renovaciones de aire, tipos de terrenos sobre el que se asienta la vivienda, materiales de construcción utilizados, estación del año, clima lluvioso o seco, etc.).
Se ha observado que el nivel medio de la concentración de radón es más alto en verano y otoño que en primavera e invierno.
Recientemente han salido al mercado monitores de indicación directa capaces de dar valores relativamente fiables en poco tiempo (1 hora aprox.), no obstante, las mediciones más fiables y precisas son aquellas que se hacen con plazos más prolongados en el tiempo, tres meses de medición en continuo o incluso más tiempo.
Prevención y Soluciones
Algunas de las principales medidas para disminuir los niveles de Radón en aquellos lugares donde se den unos niveles moderados (viviendas existentes u oficinas en planta baja), es ventilar con regularidad dichos lugares y cubrir con silicona u otro material sellante, todas las fisuras o grietas en suelos y rodapiés, paredes de sótanos, ventanas de sótanos, tuberías que atraviesan paredes en sótanos, etc. para así reducir los valores de Radón por debajo de los 100Bq/m3 tal y como indica la OMS.
En viviendas ya existentes, cuando las medidas anteriores no son suficientes para reducir los niveles de Radón, se adoptarán medidas como:
- Mejorar la ventilación del forjado inferior.
- Instalar sistemas de extracción mecánica del Radón en sótanos, bajo el forjado inferior o bajo la solera de la planta baja.
- Construcción de pozos de captación próximos a la vivienda + sistema de extracción de aire con alto contenido en Radón.
- Instalación de un intercambiador de calor que renueve el aire interior con Radón.
- Otros…
Estos sistemas de saneamiento son de alto coste tanto económico como de ejecución, por lo que antes de hacerlos se recomienda hacer mediciones durante prolongados periodos de tiempo.
En obra nueva y obra existente donde se realicen reformas que puedan afectar a los niveles de radón, se seguirán todas las indicaciones del código técnico de la edificación (CTE) y sus documentos básicos.
Podemos darte soluciones para reducir estas emisiones de forma considerable.
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